La educación, unos de los pilares fundamentales de nuestra sociedad, comienza a desmoronarse. Y no es fruto de la casualidad.
El Partido Popular gana las elecciones generales gracias los once millones de personas que confiaron en los conservadores con la esperanza de que nos sacasen de esta grave crisis económica que azota fuertemente a Europa.
El PP vuelve a la Moncloa tras ocho años de gobierno socialista, mientras que su labor ha sido azotar día tras día al ejecutivo del ya expresidentes Rodríguez Zapatero; haciendo una oposición del “No”.
José Ignacio Wert, ministro de Educación, Cultura y Deporte; llega a un ministerio (ahora unificado) con unas tijeras en la mano que a diestro y siniestro ha ido pegando cortes allí donde le parecía. Unos cortes, que a su juicio, dicen que son necesarios para avanzar y prosperar en una educación de calidad en nuestro país, pero lo que no se dan cuenta, o no quieren darse cuenta, que sus medidas van a tener el efecto contrario.
Por enumerar grosso modo, parece que el cuarto curso de Educación Secundaria Obligatoria desaparecerá para dar paso a un bachillerato de tres cursos, sumada a la subida del ratio de alumnos y alumnas por aula que pasará entre treinta y cinco o cuarenta, aproximadamente, reducción en la plantilla del profesorado tanto en educación primaria, secundaria y en las formaciones profesionales. Las tasas de las matriculas universitarias se verán incrementadas en algunos casos casi hasta el doble, por no hablar de que los estudiantes universitarios deberán sacar una nota mínima, parece que se habla de un seis sobre diez, para la obtención de beca. Estos son unos pequeños apuntes de las medidas que el Partido Popular y el señor ministro Wert quieren implantar en nuestro sistema educativo.
El Ministro, José Ignacio Wert, en su escaño del Congreso |
Siguen creyendo que es la única forma de salir del pozo, recortando en los pilares fundamentales del futuro y de nuestro Estado de Bienestar, como son la educación y la sanidad; pero mientras tanto, seguiremos manteniendo con dinero del Estado a una familia real, como es la española, en la que buscan el interés propio con presuntas malversaciones de fondos y cazas furtivas, diputaciones provinciales inviables, banqueros y políticos que se han beneficiado todo lo que han querido (caso Bankia, CAM, Caja Navarra/Banca Cívica...) o un Senado –quizás mejor dicho, un cementerio de elefantes-, que sin la reforma necesaria, poca funcionalidad tiene.
No podría acabar sin recordar una frase del expresidente navarro, Miguel Sanz, en la apertura del curso en la Universidad Pública de Navarra, en la que dijo “que la educación era un gasto”. Pues están ustedes equivocados, la educación es la mayor inversión de los últimos años, y ustedes, se la están cargando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario