'Castildetierra' en las Bardenas Reales de Navarra |
Durante tres décadas, diversos Ayuntamientos navarros y el Parlamento navarro, tomaron acuerdos encaminados a lograr el desmantelamiento del polígono de tiro y bombardeo de las Bardenas. Su ubicación en nuestras tierras desde 1951 había motivado declaraciones de políticos navarros de todos los partidos, pidiendo ya en 2001 que no continuase en las Bardenas. En aquel momento, UPN-PP cedió a las pretensiones del Gobierno español con la excusa de darse un tiempo para buscar una nueva ubicación al polígono de tiro, firmando un convenio hasta 2008, con el aparentemente firme compromiso de trasladar la instalación militar a otro lugar. Por su parte, el gobierno del Partido Popular (Aznar) declaró la zona de interés preferente para la Defensa, principal excusa argüida por el Presidente de la Comunidad de Bardenas para negociar con el Ministerio de Defensa un nuevo convenio en 2008.
Marcha de la Asamblea Anti-Polígono |
La renovación del convenio en 2008 por otros veinte años contó con la aprobación también del PSOE, que por entonces gobernaba en Madrid, lo que implica, no sólo gasto militar cuestionable en épocas de crisis, sino también molestias y riesgos para los municipios aledaños y sus vecindarios. Así, ya en abril de 2009 un F-18 se estrelló a sólo unos segundos de vuelo del casco urbano de Valtierra y otras poblaciones riberas. Además, continúan los miles de entrenamientos y pruebas de armamento que cada año realiza el Ejército del Aire en Bardenas, incluyendo las Tormentas anuales con uso de misiles y fuego real. En la edición del presente año de dicha operación militar Sirio-Tormenta 2012 ni siquiera fue avisada la población. Pero incluso cuando ha habido avisos, son inimaginables los riesgos sufridos por las poblaciones circundantes al polígono de tiro. Según informe el ejército del aire en su página web,
Momento de un bombardeo por aviones militares en Bardenas |
“Este ejercicio es el más importante que realiza el Ejército del Aire a lo largo del año, tanto por el número de aeronaves, recursos e instalaciones implicados, como por la extensión geográfica afectada. Durante la fase Sirio se ponen en práctica los planes de Defensa Aérea que no están activados en tiempo de paz. La finalidad de esta fase es aumentar el nivel de adiestramiento del Mando Aéreo de Combate en las áreas de mando y control, tanto desde instalaciones fijas como desplegables. También se ejercita la conectividad con entidades y sensores del Ejército de Tierra y la Armada integrados en el Sistema de Defensa Aérea. Durante la fase Tormenta se llevan a cabo misiones contra el poder aéreo enemigo y de apoyo a las fuerzas de superficie, mediante el planeamiento y ejecución de operaciones aire-tierra con empleo de armamento real. En esta fase, las unidades implicadas despliegan a la Base Aérea de Zaragoza para utilizar el armamento aire-suelo real en el Polígono de Bardenas. Aquí el protagonismo recae en las unidades, y más en concreto en el adiestramiento en las áreas de planeamiento y ejecución en el nivel táctico…”
Y por si todavía hay alguien que piensa que aquí solo juegan a las guerras, la escueta información del ejército del aire concluye: “Este entrenamiento permite mantener engrasada la maquinaria interna del Ejército del Aire para que pueda reaccionar con la suficiente rapidez y eficacia en los momentos de crisis en los que el Gobierno estime necesario su intervención, como ocurrió el pasado año con la crisis de Libia.”
¿Cuál es ese “armamento real”? ¿Qué riesgos corre la población civil cuando experimentan y prueban dicho armamento y cuando “llevan a cabo misiones contra el poder aéreo enemigo”? ¿Por qué no se explican los “riesgos reales” que estamos sufriendo?
Por otra parte, mientras la educación, la sanidad, la dependencia y otros servicios y prestaciones públicas esenciales, ven peligrar su calidad, mientras se legislan copagos, mientras funcionarios y pensionistas ven mermar sus ingresos y calidad de vida, mientras se envía al paro a tantas personas, ¿Cuánto cuestan los aviones de guerra, cuánto las armas que prueban, cuánto los traslados de los militares, aviones y armas? ¿Contra quiénes se dirigirán?
Demasiadas preguntas que nadie nos responderá. Demasiados años de riesgos y oscurantismo. Demasiado tiempo con una instalación militar que nadie quiere a su lado. Demasiadas paradojas con una instalación militar de ese calibre en medio de un Parque Natural y Reserva Mundial de la Biosfera. ¿Hasta cuándo? No es una pregunta retórica, es una pregunta: ¿hasta cuándo seguirá el polígono de tiro horadando las Bardenas, las conciencias, el sosiego, si no nos movilizamos para impedirlo?
(Moción NaBai al pleno)
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